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“LA COLMENA” UN BUEN BOCADO

07/09/2023 DONDE IR (si vas a Barcelona)


En SCZgm estamos de viaje por Europa, con nuestra óptica especial de ver otras cosas, entre esta semana y la próxima les traeremos algunos ejemplos gastronómicos de la vieja Europa desde lo sencillo, como es lo que le contamos en esta nota a lo selecto de los chefs internacionales. Comencemos con las pensiones de Barcelona o llamadas acá los bares o tabernas en concreto de la ciudad Terrassa (a 30 kilómetros de Barcelona) estos establecimientos siempre han estado llenos para el buen comer gracias a que las clases trabajadoras y empleados de las fábricas textiles y de los funcionarios, comerciantes, todos dejaron un legado gastronómico que comenzaban por la mañana con un carajillo o una “berretxa”, a las 10h un bocata de a palmo `con caña o tinto y café, para el almuerzo menú del día “que es el que había”.


En la actualidad la evolución nos ha llevado a los bares, braserías y restaurantes de menú y platos variados de un gran nivel buen precio y mucha calidad. Emprendimientos que funcionan como un reloj; buen producto, pocas mesas y buena gente que los atiende.



En mi ciudad hay “bares de menú” bocata y tapas, uno por cuadra, como el Galaxia, los del Mercado Central, Bar A Rua, Calmaestra, La Ginesa, Brasería Parada, El Cresol que deja volar la imaginación… Unos ya más puestos y ordenados como “Unánime Roca i Roca” donde su lema es “El menú te lo haces tu”. Todos ellos 100 puntos para hacer un buen bocado.


Uno de este estilo que no conocía y que me ha dejado patidifuso, por su calidad, precio y buena gente ha sido la Brasería “La Colmena”, por la zona de los trenes catalanes cerca de la estación de Naciones Unidas. Lo de Brasería es que además, para sumar, hay parrilla o como dicen acá brasas.



La verdad en si el local no es que llame la atención por lo “petimini” si no por su pulcritud sencillez, pocas mesas, terraza y buen producto. Allí te encuentras además un maestro asador en la parrilla, Christian en la barra, María Ángeles en la Cocina, Alejandro de mesa en mesa y además le da a la brasa (quizá faltaba el asador oficial) y en la sala Cristina, una joya todo terreno.

La comida es la base de un establecimiento de este estilo, pero quien la hace más sabrosa es el personal, con un buen trabajo y estupenda actitud la de gente de “La Colmena”.

Le echo una ojeada a la pared pizarra, carne de chancho ibérico y otras como el cordero que acá se estila más que la res.


Me llamo la atención la pizarra pues anunciaba Lagarto, pero no se trata del amazónico, el lagarto es un corte del cerdo que viene por debajo del “Michelin”del chancho.


Comenzamos con el tradicional vermut, unas olivas y un frito regalo de la casa, que estaba “de categoría”. También había la opción para perder el sentido con las tapas, pero frenamos la gula, ya que luego viene la cuesta arriba y pedimos la carta para ver la oferta del menú desde elección variada a 15 euros o al del día más económico.


Primero me llamo la atención los cortes del cerdo ibérico. Pero creo que fue mejor desmenuzar la carta y le dimos una vuelta a su variada oferta.


Acá estamos en plena ola de calor un “fresquito” de 37º, lo que llaman “La calor” por tanto me lance sin pensarlo a un salmorejo fresquito, luego no nos fuimos por el camino de la brasa, optamos por la opción del horno, Cristina nos aseguró que las “galtas” o sea la quijada del cerdo con sus cachetes al horno como dicen acá, estaba “mel de romer” (como miel de romero) , y así fue doy fé.


Además, le hicimos los honores a un bacalao empanado con sanfaina y todo maridado con un verdejo “Los Encinos” , “Que más quieres cuerpo mío si te miro la lío”. La verdad es que este estilo de La Colmena y los bares restaurantes de Terrassa y en general en toda Cataluña me fascina.


Para terminar este ligero almuerzo, una tarta a la vasca en medio para arrebatar su textura y sabor con cada comensal con su cucharita, café y un Orujo que viene a ser un SINGAPUR (como el Singani Puro).


Listos y a la “mitgdiada” (siesta) de pijama y orinal. Para celebrar la “Festa Major” (Fiestas mayores) de Matadepera la villa vecina a tres kilómetros, donde la temperatura baja tres grados y ahí estuvo don Quijote y Sancho, en Can Torrella, comiendo butifarra, seguro que no comió mejor el hidalgo de la Mancha que en La Colmena de Terrassa.


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