NOTICIAS/SCZgm/INF/27-02-2023
“Hapo” y “Emilia” se dieron la mano en el galpón de Equipetrol norte para ofrecernos sus virtudes gastronómicas en un cocinar por “colleras”, obviamente lo que eran las masas y los dulces ya sabemos de la mano de quien viene y la creatividad y la innovación gourmet está en la cancha de una de las mejores chefs de Latinoamérica.
Las dos áreas estuvieron magistrales si bien en la balanza la innovación es lo que pesa y esto se decanta en la neurona gastronómica de Camila.
Quizá el lector no este familiarizado por el termino “colleras” que se usa en la tauromaquia para decir que dos toreros o rejoneadores ejecutan la suerte en el ruedo juntos.
Así que las toreras Camila y Emilia la liaron nunca mejor dicho por colleras donde realizaron dos toreros gastronómicos a la vez, donde cada una lleva su propio capote realizando el mismo lance gourmet a la vez.
Los lances de la noche que bajo el titulo de “INTERACCION” fueron los siguientes:
Sobre la mesa y bajo el terrezno del galpón de casa Emilia teníamos pan de api, pan de cerveza y cacao con almendra y pan de comino con mantequillas de masa madre y con los alveolos en su término justo.
Los pasos del salado comenzaron con Un Yakisoba con toques cítrico y pellizcos de jengibre toque de sésamo que le daba aroma y garrapiñas con comino.
Luego pasamos a una ricota con falso champiñón (masa simulando un champiñón) y dentro un corazón de hongo y seguir Con unas agradables láminas de Paiche con fondo ligeramente picante de aguachile de remolacha
que le daba un cromatismo a fresas.
Para bajar el tono, encaramos a un bocado mediterráneo un tarte tatin con sabores de la Toscana donde el tomate toma su protagonismo. Ya que estábamos en Emilia no podía fallar una factura como el croissant con relleno de la tradicional pascualina argentina.
Para cerrar la faena en el albero gastronómico; con un toque muy HAPO de Camila hizo la aparición para el despertar de los sentidos, Una costilla desmechada con su jugo de res y crema agria con abaluartes de pepinillo, y su masa que la hacia la cuna, vistos, percibidos y catados los bocaditos pasamos a lo dulce donde se personalizaron mas los sabores sobre ya lo que es conocido en esta plaza.
Fueron dos morlacos uno muy de la tierra y frutal y otro de los salvajes cacaos de los departamentos del norte.
Un pequeño platillo de achachairú abrió el chiquero, con una puesta en escena o ensamblaje creativo y distinto a lo que uno espera de este tipo de fruta originaria.
Luego el chocolate los tres distintos cacaos con una curiosa propuesta que se prestaba a varias interpretaciones, si el chocolate se trata bien, se vuelve en la reina de los platos y aquí ejerció su reinado.
Todo maridado en los diferentes actos por el Vermut boliviano Yerba Buena, La Republica y sus Gin Tonic, Cerveza Uyuni y terminando con la joya de café Buena vista para llevarse un buen sabor de boca de esta velada gastronómica entre dos pares que nada que ver, en un festival taurino gastronómico a la hora de escribir.
¡Felicidades a las dos y a todos sus equipos!
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