NOTICIAS 02/01/2025
De esta manera el dueño de un restaurante manejo la “tormenta” y el vacile de dos influencers que querían cenar gratis en su restaurante: «Más no me puedo permitir».
El cocinero Santi Temblador, que ha recibido varias peticiones de este tipo, decide tomárselo con humor y seguirles en juego.
El contenido gastronómico en redes sociales se ha multiplicado en los últimos años dando lugar a un nuevo tipo de influencers: los que buscan una cena gratis a cambio de promocionar el establecimiento en sus perfiles.
Hay hosteleros que están totalmente en contra de esta práctica y así se lo hacen saber a los creadores de contenido, pero hay otros como Santi Temblador que prefieren seguirles el juego a ver hasta dónde son capaces de llegar por unos 'likes' y comer por la cara.
El dueño de 'El Cuelgue', un restaurante de Sevilla, ha publicado en Instagram el paso a paso de lo que se ha convertido en una anécdota viral. «Otra vez ha vuelto a pasar. Me han mandado varios emails un par de instagramers que quieren cenar gratis.
Esta vez he decidido tomármelo con humor y les voy a poner una cena gratuita «, explica y a continuación muestra lo que les va a servir: un bocadillo de mortadela con aceitunas.
«Disponemos el embutido en finas lonchas y lo vamos distribuyendo de esta forma para tener una cena digna de un creador de contenidos, al nivel que tienen. Vamos a presentárselo así y a esperar, a ver qué opinan los señores», añade.
En la segunda parte del video, se ve cómo los invitados entran al local y se sientan delante de los bocadillos y dos vasos de agua. Los jóvenes, algo sorprendidos, se comen el bocadillo y hacen algunas fotos y videos del restaurante.
Después le piden al dueño la carta y quieren saber qué más les va a sacar de comer. «Ya está, eso es lo que os voy a sacar. Eso es lo que yo pongo a la gente que pide de comer. Ha sido un malentendido. Cuando pasa la gente pidiendo de comer, yo les pongo un bocata, pero suelo cobrar a todo el mundo. Más no me puedo permitir, cuesta mucho sacar un negocio adelante». Finalmente los influencers le dan las gracias y se marchan.
FUENTE: Marina León / EL CORREO
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