AL PAN, PAN

GastroTRIVIAL 18/10/24

Los orígenes del pan podrían ser una masa de granos de cereales semimolidos algo húmedos y cocidos al sol en piedras calientes, o quizá el haber abandonado esta pasta junto a un fuego. Desde la prehistoria, ha sido uno de los alimentos básicos de la humanidad. El primer pan podría estar elaborado harina de hayas o de bellotas. En los yacimientos de los poblados cercanos a los lagos suizos, los arqueólogos han encontrado fragmentos de pan cenzeño, que es lo mismo que decir, pan ácimo.

Los egipcios creen que descubrieron la fermentación por casualidad. De ellos datan las primeras evidencias arqueológicas de la utilización de la levadura en el pan y el uso de hornos. Llegó a ser para ellos tan importante, que éste se le consideraba como una moneda para pagar los jornales.

Venía a ser un alimento habitual y era corriente que la dieta fuera en gran medida aceitunas y pan, para los legionarios romanos. Con la harina se obtenía el bucellatum, que se configuraba como un anillo muy similar al bagel actual. En Alemania y Suecia, que no formaban parte del imperio, algunos habitantes que habían luchado en el ejército romano adoptaron su consumo, extendiéndose más tarde, a sectores de la población.

El nombre de pan proviene del latín pannus, cuyo significado es demasiado blanca. La gran importancia que tuvo su consumo derivó en el cultivo y el comercio posterior del trigo. Debido a la escasez de este cereal, en la Edad Media se empieza a fabricar diferentes tipos de pan, con lo que se inicia su comercio. El mejor producto, el blanco, estaba destinado a los ricos, y el resto de la población, comía el negro de cebada, el centeno y el de avena.

La elaboración durante el Imperio se llevaba a cabo con la mano, en el mismo hogar y en hornos públicos. Con la caída del mismo, se produjo una caída del abastecimiento de trigo en prácticamente toda Europa, que ya se había acostumbrado de forma genérica a su consumo.

De su gran difusión durante esta época se desprende la palabra inglesa lady, que en el inglés antiguo significa la persona que amasa el pan. En Escandinavia, debido a la escasez del cereal, sus ciudadanos tuvieron que acostumbrarse a elaborarlo con el centeno y la cebada, y venía a ser práctica habitual añadir a la masa corteza de pino molida.

Con el paso del tiempo, el pan dejó de ser un ingrediente básico de la alimentación, ya que una mayor variedad de productos permitía un mejor equilibrio alimentario, fortaleciendo, a su vez, la talla y robustez de las personas, justo hasta los nuestros días, que éste se ha industrializado en su sistema de elaboración.

Fuente: Enric Ribera Gabandé