GastroTOUR 16/10/2024
Esta es la última entrega sobre el polémico tema de la gastronomía y comunicación, donde los establecimientos gastronómicos “batallan” y “concordian” con periodistas, influencers, agencias, y otros “bichos raros” dentro del universo gastronómico.
Agradecemos toda la retroalimentación que hemos recibido en nuestra revista sobre este tema de mucha actualidad, y más en momentos de crisis del sector; tal como expusimos el sábado pasado en la ponencia del sector restaurantes en ALIMENTA 2024, organizado por SOFIA.
NUEVOS EN LA PLAZA…
La gran crisis socioeconómica, el drástico paro, los recortes de personal en los medios tradicionales y el despido de casi el 40% de los periodistas han actuado como una catarsis total en el sector, tal como expusimos el sábado pasado en ALIMENTA 2024, organizado por SOFIA.Hay que tener en cuenta que, entre otros muchos, medios de comunicación despidieron o prejubilaron a miles de periodistas expertos, maduros y reconocidos que, de la noche a la mañana, se encontraron en la calle y sin medio donde trabajar y expresarse.
Surgen entonces, en aquel primitivo Internet, los blogs personales de periodistas que emiten comentarios gastronómicos y que, luego, con el despunte de las redes sociales como elemento preponderante en el sector gastronómico, por su escaso costo.
Además, las sucesivas crisis y el auge de lo digital arruinan, paulatinamente, igual que a los diarios y revistas especializadas en vinos, gastronomía y viajes. El abandono y cierre de cientos de publicaciones hace que el panorama sea hoy totalmente diferente; no peor, distinto, y para mí, en el fondo, mejor.Se incorporan a la crítica y “comentarismo gastronómico” legiones de ciudadanos libres, entre ellos esos periodistas expulsados, influencers de pacotilla, agencias, y todo tipo de perfil con un pelaje comunicacional… y se nota.
Se gana libertad (¿democrática?) y se pierde rigor cualitativo, veracidad y transparencia al faltar conocimientos, principios críticos y puntos de referencia que comparar. A su vez, la escasez de salidas profesionales y la facilidad de acceso a comentar en las redes traen decenas de miles de comentaristas particulares de ocio y turismo o de blogs de cocina, ya en Facebook o YouTube.
Y a río revuelto, ganancia de pescadores. Pero siempre quedan y quedarán.Claro que hay abusos, caras, y un nivel general bajo, pero siempre el cedazo del tiempo hace su trabajo y filtra el grano bueno separándolo del malo y de las partículas sobrantes. El tiempo va colocando poco a poco a cada uno en su sitio, como es el caso de Miguel Brascó, el reconocido abogado, escritor y crítico gastronómico, que murió en Buenos Aires a la edad de 88 años.
PRINCIPALES TRIBUS Y CLASES
No es comparable esta profesión hoy con la misma hace solo 25 años. Hoy se premia y busca más al comunicador que al conocedor carismático. Lo importante es llegar al lector, atraer su atención.Somos comunicadores y como tales nos juzgarán. Claro que el saber, conocimiento, experiencia, criterio y talento valen, por supuesto. No solo valen, son necesarios... e imprescindibles, es más, son el fundamento de veracidad y de información.
SABIOS Y SERIOS CRÍTICOS GASTRONÓMICOS
Existe claro siempre hueco para el estudioso, el maestro sabio, experto, con espolones bien ganados y curtidos en mil batallas, que como escritor y/o periodista transmite conocimientos y sus experiencias necesarias para que sus lectores puedan moverse con cierta holgura en la gastronomía.Por ejemplo, en España, meca de la gastronomía, no llegarán a 100. Acá en Bolivia se pueden contar con los dedos de las dos manos. No voy a dar nombres, pues siempre faltaría alguno fundamental y, desgraciadamente, la lista se reduce.
Lo distinguirá enseguida por su independencia, carisma, dominio del sector, elocuencia, riqueza de léxico y forma de contar las cosas, con referencias siempre a vivencias anteriores.No todos se han adaptado —problema generacional— a los nuevos métodos y medios tecnológicos. Los hay, cada vez menos, que repudian aún las redes sociales, aunque la mayoría se va convenciendo y lo va haciendo.
LOS INFLUYENTES (‘INFLUENCERS’)
Como ya comentamos en nuestra primera nota de esta serie titulada “Influencers o muertos de hambre”, jóvenes, de 25 hasta 50, con un gran manejo de los medios, redes sociales y tecnologías, que saben poco, y describen y escriben verdaderas “barrabasadas”. Si bien dentro de esta “fauna” hay también gente con criterio y profesionalidad.
Son gente que escucha, son supereducados, tienen criterio y mucha personalidad, son muy seguros, atentos y generalmente elegantes y glamurosos, son los influyentes (‘influencers’), creadores de estilos, modas y tendencias. Pero, desgraciadamente, con una gran merma en la formación y sin experiencia gastronómica, que no se adquiere en pocos años, sino que es producto de una larguísima trayectoria.La mayoría no desarrolla su actividad central en campos de ocio, sociedad, deporte, publicidad, arte, música, moda, forma de vivir, turismo, y no pocos en la gastronomía, aunque muchos alternan y comparten sus actividades en varios sectores.Pueden visitar un restaurante, hablar de él, contar con quién han comido o visto, llevan joyas o reloj de marca y diseño, visten de firma, de moda, etc. Todo lo cuentan. Como decía, a veces no distinguen una corvina de un tucunaré. Se dejan fotografiar como modelos, pero ellos hacen pocas fotos de grupos, eso sí de platos y de ellos, sí.
Lo notará enseguida por todo esto y porque postean, publican, con un sinfín de ‘hashtags’ (###) con nombres de marcas. Después lo vuelven a hacer en sus blogs.Son seguidos e imitados por decenas de miles de personas que les hacen caso, imitan y siguen sus recomendaciones. Y es muy penoso, pero muchos restaurantes caen en sus trampas. Si bien el target al que llegan puede resultar beneficioso para un restaurante, no llegan al público selecto y que es el que entiende de verdad en gastronomía. O sea, para un restaurante es un “arma de doble filo”.
LOS RELACIONES PÚBLICAS – COMUNICADORES
Otros son relaciones públicas natos, grandes comunicadores, estudiosos, siempre apuntados a cursos para aprender, moviéndose y concertando actos y eventos, omnipresentes y muy eficaces.
Llevan imágenes de marcas, bodegas, hoteles, alimentación, etc., de una forma razonada, sabiendo cómo, cuándo, a quién y con quién convocar.
Los hay de todos los tipos; suelen ser más mujeres, preparadas, cada vez más (también hay mucha fatua ‘Barbie’, pero ya hablaremos), de 30 a 45 años, inteligentes, elegantes, muchas glamurosas y muy eficientes.
En sus blogs notarán que suelen organizar, convocar y viajar con y para firmas afines a las que llevan su imagen.Son los reyes del ‘Photoshop’ y se fotografían con todo el mundo. Sus agendas de contactos son tesoros solicitados. Son más de despacho que de “canapeo”, pero siempre están en el momento justo y en el sitio oportuno, multiplicándose asistiendo en solo un día a varios eventos.
Con dominio de las técnicas, son creadoras de múltiples ‘hashtags’, aunque listas como son, veneran respetuosamente a los sabios críticos y miman a los ‘influencers’. Por supuesto, se apoyan en eficientes ‘media planning’ y ‘communitys’ para su eficaz presencia en las redes.
Gran soporte y ayuda en la comercialización de firmas. Pero estas firmas quedan, perdonen la expresión, “con el culo al aire” cuando los receptores de esta información rascan un poco y ven que todo esto es “humo de paja”. Por tanto, a la larga, va contra las marcas y los restaurantes.
Y todo esto en apenas 14 años que tienen las Redes Sociales (RRSS) y después de la mayor crisis social y económica de la historia, un lapsus mínimo de tiempo, pero que ha transformado de «pe a pá» el mundo de la comunicación.
Debemos esperar, e igual que en estos dos últimos años se otea un futuro profesional en este campo, no dudamos —yo al menos— que será incierto, duro y para unos pocos, los elegidos, por su valía, talento, tesón y profesionalidad.
Surgirán nuevas fórmulas financieras para remunerar estos campos, saldrán nuevos titulados y técnicos en ellos, pero el hombre lleva estudiando o conociendo la filosofía casi un millón de años y este tinglado apenas tres lustros.
Paciencia, trabajo, lectura, tesón, apertura mental, capacidad de adaptación, humildad, son virtudes necesarias para ello. Dependerá más de nuestras cabezas que de nuestros cuerpos o experiencias anteriores, aunque, claro está, todo cuenta.En fin, con el galicismo que me gusta y que dice «on verra bien, mes amis» (que podemos traducirlo como “Ya veremos qué pasa”). Así queremos terminar esta serie y esperamos que dé luz a este espinoso tema.
Fuente: Rafael Rincón JM, con aportaciones de la redacción de SCZgm
LA SERIE QUE SE HA PUBLICADO DE ESTE TEMA TIENE TRES CAPÍTULOS
1.- INFLUENCERS O MUERTOS DE HAMBRE
2.- ¿QUIÉNES SON LOS VERDADEROS GASTROCOMUNICADORES? (I)
3.- ¿QUIÉNES SON LOS VERDADEROS GASTROCOMUNICADORES? (II) es esta nota que hoy publicamos en SCZgm
*Recomendamos para ampliar conocimiento sobre este tema la genial nota publicada por Juan Revenga en EL PAIS https://elpais.com/gastronomia/el-comidista/2024-04-17/malos-influencers-como-reconocer-a-los-charlatanes-de-la-alimentacion-en-las-redes.html